Thursday 19 March 2009

Coaching

El Coaching está ganando terreno en todos los ámbitos en la vida de un ser humano. El Coaching es tan útil que todos necesitamos a un Coach para llegar a ser un buen ser humano. Hay tantos Coaching como las personas casi. Estoy exagerando pero, vaya. Vamos a ver diferentes tipos de Coaching. Están los siguientes:

1) Coaching Ejecutivo
2) Coaching Personal
3) Coaching Armónico
4) Coaching Deportivo
5) Coaching Científico
6) Coaching Místico

Estos tipos de Coaching (no necesariamente en este orden que aparecen arriba, ni mucho menos, en absoluto) y algunos más como el Coaching Antológico, el Coaching Endémico, el Coaching Transpersonal, y el Coaching Político, el Coaching Psicológico (que algunos lo llaman Psicología del Coaching) y más Coachings sin apellido y sin identificar por no decir, el Coaching Nisu (Ni su padre lo conoce) que existen por ahí.

Vamos a explicar uno a uno y empezamos por el:
1) Coacing Ejecutivo. Hay personas (jefes, directivos y empleados en general) creen
necesitar el Coaching Ejecutivo porque creen que no saben, y es verdad que no saben
manejar la situación en su lugar de trabajo: no saben dirigir (jefes) a sus empleados, no saben
gestionar asuntos nacionales e internacionales por falta de responsabilidad social (directivos)
y no saben vender y no son nada productivos (empleados) porque no saben tratar bien a los
clientes.

2) Hay otras personas que, además de no saber gestionar lo anterior, no saben gestionar su
propia vida personal. Su vida está patas arriba! Estas personas creen que necesitan el
Coaching Personal, además del Coaching Ejecutivo. Como verás ya van dos
Coachings: el del Ejecutivo y el del Personal.

3) Como no sabe dirigir a sus empleados, por no saber dirigir su propia vida personal, tampoco
saben manejarse con los demás: ni con su pareja, ni con sus hijos, padres, familiares, amigos y
compañeros de trabajo y uno(a) de mis vecinos. Estoy seguro, que, si no es con uno de estos
con otros. Estoy seguro también, que, por suerte o por desgracia, al menos uno de este grupo
de personas. Estas personas se encuentran en un verdadero berenjenal que no saben que
hacer en y de su vida caótica. Y desde aquí surgió el Coaching Armónico. Este tipo de
Coaching te apoya y si es el caso, te ayuda a ser amónico con todos ellos o con esas personas
con quien tienen un mal rollito.

4) Luego está el Coaching Deportivo. Tanto entrenadores como deportistas no ganan ni un
partido durante muchas temporadas, que van de “culo” por decirlo en plan vulgar. Estas
personas, igualmente, necesitan un tipo de apoyo para poder, al menos, subir categoría o subir
su estado anímico para por fin ganar algo en su equipo. “Mi deportista no me responde; no da
de sí mismo”, oí quejarse un entrenador. “No rindo lo suficientemente como para demostrar
mi potencial” se queja un deportista. Cualquiera de estas personas cree necesitar unas
cuantas sesiones de Coaching Deportivo. Gracias a Dios, lo hay; ¡menos mal! ¡Así que
vamos allá! Así que se mete en un Coaching de este tipo y sí él o ella mejora su rendimiento,
pero se ve corto y limitado aún.

5) Científicos, médicos, químicos, enfermeras, ATS, farmacéuticos y similares se ven obligados
igualmente a buscar a alguien, no que estén en su campo (Coaching Científico).
Pero que creen que puede ser útil para lo que está haciendo, no necesariamente en campo de
su conocimiento sino en los compañeros científicos y en lo personal, creen que necesitan o el
Coaching Ejecutivo o bien el Coaching Personal. Así que elige uno de los dos y el otro
después.

6) Luego está el Coaching Místico. “¿Qué papel puede jugar este tipo de Coaching?”
preguntarás. Pues mira. Es tan sencillo como difícil como el beber un vaso de agua. Fácil en el
sentido de que simple y llanamente acercarte el vaso con agua a la boca y bebértela. Difícil
porque puede que para beber un vaso de agua, esa agua no es apta para beber; primero hay
que hervirla por posibles microbios presentes en el o simplemente en un lugar donde te
encuentras, no hay agua disponible y que tienes que ir a buscarla a cientos de kilómetros para
conseguirla simplemente no la hay en ningún sitio por sequía. “Bueno,” dirás. “¿Qué pinta
aquí el Coaching Místico en cuanto a beber agua en estas situaciones?”. Verás, la función
o papel de tipo de Coaching, el Coach “místico”, como bien sabes, no va a buscar el agua para
hervirla para posteriormente bebértela ni tampoco va a buscar por ti a cientos de kilómetros
ni tampoco haga milagrosamente que brote el agua en las rocas. ¡No! El Coach místico no es
un mago ni tampoco un brujo ni nada por el estilo. Lo que a va a hacer como todos los
Coaches, es el de apoyar no el de ayudar, (es decir, hacer algo que él sabe que tú puedes
hacer por y para ti perfectamente. En definitiva, hacerlo por ti). En este caso, te “ilumina”,
entiéndeme, te da instrucciones y pautas de cómo manejártela para poder hacer lo que tú
necesites e incluso te sugiere unos “ejercicios” como para darte fuerzas internas para poder
hacer aquello que te haga falta. En caso de que esta situación surja, qué hacer es el “quic” de
la cuestión. “No sólo pan y agua vive el hombre” te dirá posiblemente copiando el famoso
pasaje de un libro que posiblemente sabes qué libro es.

Ya ves, a cada Coach con su “librillo”, estilo, método, conocimiento y no sé qué más cosas. Una cosita por aquí otra cosita por allí con tal de tener unas cuantas sesiones de Coaching, que, por cierto todos valen. Si es cierto todos valen, hay que saber muy con quien nos esta haciendo la sesión de Coaching porque ya hay un “mercadillo” de Coaching.

Ahora bien, cada uno de todos estos tipos de Coaching le falta una cosa u otra. Si yo acudo a una sesión de Coaching, el de Coaching Ejecutivo, para dar un ejemplo, ¿qué pasa con mi vida a nivel personal? Me tendré de echar mano al Coaching Personal. Y las necesidades mías son tan diversas al ser humano que soy, entonces me tengo que acudir a cuatro tipos de Coaching como mínimo para ser mínimamente un ser humano aceptablemente ante mis ojos y ante los ojos de los demás y del mundo. Para llegar a ser eso que quiero ser, me tendré que invertir tiempo, esfuerzo y sobre todo, dinero, que por cierto las sesiones no son baratas que digamos ni muchísimo menos gratuitas. Y si son gratuitas “no valen” casi para nada. Me hacen a mí como un conejito de India para tales Coaches, para practicar ellos y yo no quiero someterme a este tipo de experimento. Yo me valgo como para ser un “conejito” de no sé país: ni de España, ni de América ni de Inglaterra ni de India haciendo el indio para que me apoyen a buscar soluciones a mi “problema” concreto, hay otra parte de mí que un tipo de Coaching no me puede apoyar. Por lo tanto me tengo que acudir a otro tipo de Coaching diferente a lo que estoy haciendo con un Coach. Y si quiero ser un ser humano íntegro, completo, total pleno, feliz y en definitiva estar en paz conmigo, estar en paz con las cosas, con los demás y con el mundo entero.

Ahora este “problema” de estar de sesiones en sesiones de Coching, de este y de aquello, con o sin “nombre y apellido”, existe una solución seria que engloba todos los tipos de Coaching y es el Coaching Espiritual Personal. Cualquier persona del mundo que acude a una o unas sesiones de Coaching, dicha persona es una persona espiritual (de aquí viene lo de “Espiritual Personal” o persona espiritual) independientemente de sus vivencias, educación o “educastración” como a mí me gusta llamar; independientemente de de sus inclinaciones, gustos y disgustos; de su bagaje personal; de sus experiencias personales en el pasado y en la actualidad; independientemente de su formación, inculcación y programación; independientemente de si cree en esto o en aquello o “no creer en nada”; independientemente de si pertenece a una iglesia, templo, mezquita, sinagoga, centro de meditación tanto organizado (reconocido) o no reconocido (desconocido); independientemente de si es una secta o no. El Coaching Espiritual Personal, como su nombre bien indica claramente, la persona no es sólo una persona; no sólo es el cuerpo visible o físico. Hay más de lo que se v, el invisible o metafísico. Esta parte parte invisible, lapote metafísica se le da muchos nombres: que si es la Conciencia; que si la Energía, que bien sabemos, no se crea ni se destruye; que si el Ser; que si el Niño/a Interior; que si el Alma. El nombre que le des, para mí es lo mismo. Y personalmente le llamo el Espíritu de ahí la palabra espiritual. Cuando a una persona se le “etiqueta” una “persona espiritual”, esta persona es una de estas palabras que te acabo de mencionar. El nombre es lo de menos. Para entendernos a nivel andar por casa, es la Fuerza Vital, la parte metafísica que anima, que da vida al cuerpo, a lo físico.

Sin esta Fuerza Vital, el cuerpo, la parte física, queda sin vida, un cadáver. Sin el cuerpo, la parte metafísica no vale para nada tampoco puesto esta parte no física necesita “urgentemente” un vehículo, un instrumento, una materia con que manifestarse, para manifestar sus cualidades, virtudes y valores innatos. Es como hablar de un conductor sin un vehículo. Tal conductor no puede ir a ningún lugar, suponiendo que el vehículo es la única forma de poder moverse. Y te decir con incredulidad, “Esa es tu creencia.” No es cuestión de creencia; no es cuestión de creer o no creer; no es una creencia (y recalco y lo subrayo), si somos espirituales o no somos espirituales. No se trata de creencia. Es cuestión de vivir, de sentir, de experimentar o experienciar como un espíritu, un ser espiritual; la parte que es la Fuerza Vidal de cada ser humano en esta faz de la tierra. Mira, mediante una intensa y concentrada reflexión y meditación. Mediante un sincero discernir de lo que es y lo que no es. Mediante un “rumiar”, con mucho silencio mental y emocional. A través de este silencio, llámalo meditación si quieres, bien puedes encontrar las respuestas a tu pregunta “¿Quién me puede decir?” “Quién me garantiza que soy eso que tú dices?” La respuesta eres ¡TÚ! Tú como el espíritu, la Fuerza vital. No malgastes tiempo y dinero yendo pá allá, pá acá que no vas a encontrar la respuesta que tú buscas fuera de ti. No te molestes en molestar a nadie: a un cura, a un sacerdote, a una monja, a un gurú, a un maestro o a alguien por el estilo. Ninguno de estos seres humanos, que, con sus propia miseria humana te va a dar la respuesta. Estos seres humanos, también son almas, espíritus, Fuerzas Vitales, que, desgraciadamente no saben ellos mismos son estos.

Hay parte de ti, de mí y de todos los seres humanos que está latente dentro de cada uno de nosotros. Esa parte es lo que llamo yo “Espíritu” (nuevamente, dale el nombre que le quieres dar; me da lo mismo). Esa es la parte que clama “¡Escúchame, ¡Estoy aquí!”. “¿Por qué me ignoras?” “¡Dame tu atención, por favor!”. Esta voz, que a veces, muchas personas lo llaman la voz de la Conciencia. Vuelvo a decir, y lo digo la voz del “Espíritu”. El gran error que la inmensa mayoría de las personas es que son sólo lo que se ve; que creen que son mortales. Es aquí donde entra la labor: el apoyo del Coach Espiritual Personal, de “devolverte” a tu conciencia, quién crees que eres realmente lo que siempre te ha pertenecido. El Coach Espiritual Personal con PNL o sin PNL es el acomodador de un cine, que, cuando entra el espectador, 20 minutos tarde al cine él (espectador) está agobiado, se enfada consigo mismo, por el Metro o con el autobús o de haber salido tarde de donde haya venido y se encuentra con un atasco o por el tráfico; tiene enfado a todo dios, culpando a sí mismo y a todo dios porque ya había perdido parte de la película. Y por fin llega al cine pero por la oscuridad, no ve ni torta y no sabe por donde queda o no sabe donde está la butaca Nº 12 de la Fila 19. A estas alturas, está ya de mal humor con un fado que no veas y tiene, a estas alturas, una sensación de estar perdido, de sentirse “vacío” y no sabe que hacer. De pronto aparece el acomodador del cine. Ilumina los pies en del espectador por el pasillo para que vea por donde caminar. Esta sensación, que, más de una vez, nos ha pasado a todos en alguna ocasión en nuestra vida. ¿Te identificas y te suena? Sí, ¿verdad? Pues bienvenido a la Vida de Confusiones y de Agobio y de Enfado y de no sé qué más.

La figura d los Coaches, sobre todo el Coach Espiritual Personal es que nunca evalúa-enjuicia, nunca critica, nunca juzga, nunca condena en el marco de sintonía y confianza que se ha de generar. Tiene siempre un gran respeto y siempre valora la peculiaridad de su Coachee reconociendo que cada ser humano es único y diferente y que tiene el poder y el potencial de construir su propia vida según como desee. Para que el Coachee haga esto, el Coach siempre cree en su Coachee (incluso cuando el propio Coachee muestra una cierta incredulidad de sí mismo; en ese instante, el Coach invalida esta incredulidad e insiste que no es cierto), le anima mostrándole su gran comprensión, compasión y amor por el Coachee.

Las sesiones no son directivas. El Coaching Espiritual Personal genera un aprendizaje por parte del Coachee sin que el Coach enseñe, ayude ni fuerce a nada, produciendo profundos cambios de manera muy eficaz y relativamente sencilla, siempre contando con la implicación y responsabilización de su propia vida por parte del Coachee.

Con Coaching Espiritual Personal, desde el “conociéndote a ti mismo” en todas las facetas del SER, disfrutas de tu vida logrando la consecución de tus sueños, metas u objetivos. Siendo consciente de lo que de verdad deseas y añoras utilizando tus capacidades y asumiendo tu responsabilidad: crear para tener, luego vivir y gozar y disfrutar de tu vida (en este orden).

Es un proceso de comunicación y acompañamiento que facilita la construcción del camino de crecimiento personal y espiritual auténtico, genuino y original que te conduce al crecimiento laboral, relacional y humano a la vez del que se embarca.

Una vez en marcha la sesión de Coaching Espiritual Personal se genera el re-descubrimiento, la re-conexión espiritual y la capacidad creadora con la resonancia que ello conlleva. El Coach espiritual incorpora en el transcurso de las sesiones ese ámbito de la vida desde el cual se generan todos los deseos y los pensamientos, llámese espiritual, potencial, virtual… El infinito Universo del SER, del Alma, del Espíritu que abarca y que el tiempo también está más allá del ámbito intelectual, emocional y mental.

Si deseo mover un brazo, primero me hace falta el pensamiento de que quiero hacerlo, que activa mi corteza cerebral, que envía un impulso nervioso… y se mueve el brazo. Antes del pensamiento no había energía, y con el pensamiento y la intención se produjo una tormenta electromagnética y química controlada que tuvo un efecto final concordante, todo ello es un fenómeno hipersofisticado pero mecánico y local y lineal de causa-efecto, excepto en cuanto al pensamiento que originó todo. ¿De dónde viene el pensamiento? Si no hay pensamiento no hay movimiento.

De alguna manera nuestra conciencia se convierte en información y energía. ¿Dónde? En el ámbito virtual. Todo está conectado con todo. Todas las personas por nuestra cultura, familias, educación, experiencia personal, etc. etc. tenemos una “programación” estructural que no necesariamente confluye con nuestro SER o ESPÍRITU. Superando patrones de conducta, inercias y hábitos que esencial y también pragmáticamente nos menoscaban, podemos actuar con más autenticidad, creatividad genuina, pro-actividad, eficiencia y efectividad y disfrutándolo.
Siendo más competentes, en el hacer, en el pensar y en el transmitir y compartir. Reconectándonos con nuestras capacidades y recursos (el ser humano no es poca cosa) vamos a ser más eficaces y efectivos en conseguir lo que queremos y desde la implicación responsable, gozar y disfrutar de nuestra vida, la que nos merecemos.

Desde la conciencia, liberarse del sufrimiento, los miedos y las creencias artificiosas, falsas y limitadoras que nos condicionan y limitan.

El Coaching Espiritual Personal facilita con la participación de lo psíquico y espiritual, siempre de la forma libre que el Coachee quiera, conectarnos plenamente con nuestros recursos y capacidades de crear y actuar, ya sea por emisión o por omisión. El silencio o quietud mental y verbal consciente es una herramienta muy eficaz y efectiva para construir nuestra vida cuado así lo elegimos.

Al ir permitiéndonos salir de los parámetros limitantes o limitadores instalados, se desarrollan aptitudes con la potencia de generar nuevas ideas y maneras de desarrollarlas creativa, eficiente y eficazmente, de inventar nuevos caminos (y más auténticos y por tanto más plenos y placenteros) y siendo así, encontrar nuevas conexiones en lo individual, en lo social y en lo mundial más acordes con nuestra esencia y objetivos o metas.

Vivir la maravillosa magia de la vida que escucha nuestra intención y voluntad alienada espiritualmente con nuestra responsabilidad e implicación; y sincrónicamente nos facilita las oportunidades, las relaciones… que estando atentos y decididos podemos aprovechar viviendo con naturalidad, autenticidad y originalidad.

El Coaching Espiritual Personal te abre el camino a un territorio poco explorado, atrevernos a diseñar un porvenir concluyente con nuestros deseos y disfrutar del camino, el viaje aquí y ahora. El Coaching Espiritual Personal es un sistema de entrenamiento que integra los ámbitos del SER. No es terapia, no es consultoría, no es mentoring, no es counselling, no es religioso no es…(nada de lo que estás pensando). Es un método independiente de credos, dogmas, religiones, sectas ni siquiera filosofías personales. Es un método creado por Ross que facilita el auto-conocimiento (no es el “auto-conocimiento” del que todos hablan. La mayoría de las personas que yo conozco dicen que “se conocen”. Habrá que ver qué es eso de “conocerme” en profundidad. Cuando yo hablo con ellos en profundidad de este tema de “auto-conocimiento”, ellos siempre se refieren a lo físico, a lo visible, a lo material), espiritual del Coachee, de su verdadera identidad, una conversación en la que no existe el enseñar, sino el reflexionar, interiorizar, observar, conectar, sentir y experienciar. Sólo desde aquí, ver posibilidades donde percibimos nuestras limitaciones que nos impiden, dificultan nuestra plenitud. Desde aquí conocer mejor nuestra potencial y recursos lograr vivir nuestro verdadero SER.

En el Coaching Espiritual Personal además de la “intervención” del Coach Espiritual Personal, el Coachee evalúa a sí mismo sin criticarse, sin juzgarse, sin enjuiciarse, sincondenarse, sin apasionarse tampoco. Sólo hay un fluir con mucha comprensión, mucho cariño, compasión y amor por parte del Coachee disfrutando la película de su vida Hay docilidad. Hay mimo. Con todo esto junto con la maravillosa colaboración y compromiso al 100% tanto del Coach como el Coachee, liberamos todos los potenciales del Coachee. Este estado natural del SER se libera, y con esta liberación, indudablemente el Coachee se libera de todas aquellas ataduras mentales y emocionales que durante tanto tiempo le ha hecho prisionero.

El Coach Espiritual Personal (el acomodador del cine/teatro) te “ilumina” por donde ir por la vida. Ve que el cliente o el Coachee (el espectador del cine/teatro) se encuentra en una situación chunga, “jodía” y en cambio no participa en el enfado, ni en el agobio, ni la sensación de “vacío” que está viviendo, sintiendo, experimentando experienciando el Coachee. Adopta un papel de un Observador Desapegado pero a nivel emocional. Al igual que el acomodador no se enfada con el espectador por haber llegado tarde al cine/teatro sino al contrario está ahí para apoyarle (iluminando los pies), no le ayuda. No le va a coger en brazos para llevarle a la butaca Nº 12 de la Fila 19. Este símil o metáfora, pasa lo mismo con el Coach Espiritual Personal. Y no sólo esto, le apoya a entender y comprender cuál es su verdadera identidad. ¿Quién cree que es el Coachee realmente? ¿Es lo que hace: el jefe o el directivo o el empleado (Coaching Ejecutivo) que va al cine (espectador)? Le hace entender que la identidad del Coachee no es su rol en la empresa. Le hace entender que no es un hombre o una mujer ni marido ni esposa, ni hijo/a, amigo/a, ni enenemigo/a (Coaching Personal). Le hace experimentar o experienciar que él o ella no es tampoco un mal o un buen deportista o entrenador (Coaching Deportivo), ni tampoco es el presidente de un país (Coaching Político), ni tampoco es una monja de clausura o un cura que regenta 4 iglesias de 4 pueblos vecinos ni un Ministro de una iglesia (organizada o no; de una religión u otra o secta, (Coaching Místico), ni tampoco un Facilitador/a de unos cursos, seminarios, talleres de crecimiento personal o de inteligencia emocional o de PNL ni siquiera es un Coach, para que no les manipulen ni él/ella manipule a los demás, ni tener la necesidad de controlar a nadie, ni chantajear emocionalmente, ni… (Coaching Transpersonal), ni nada por el estilo.

El Coach Espiritual Personal con su propia experiencia, vivencia personal con mucha experiencia personal vivida en carne (no de libros sagrados o seculares), en el mundo de la espiritualidad sabe perfectamente quién es él/ella. Sabe y lo tiene integrado y metabolizado en su vida cotidiana. No es un Coach Espiritual Personal sólo cuando se pone la “bata” de Coach sino es un ser espiritual, un ser de paz, de compasión, ser de amor, de punto de luz, de “Espíritu”. Para llegar a este tipo de Coaching Espiritual Personal, un Coach Espiritual Personal vive pensando, sintiendo, actuando, transmitiendo, mostrando de forma natural y automática quién es él/ella realmente tanto en su vida privada como en su vida de cara al público porque respira la espiritualidad que nada que ver con la religiosidad.

Bien sabes que la espiritualidad no tiene nada que ver con la religiosidad. Puedes recitar mil “Ave Marías”, otros mil “Padres Nuestros” y millones de “Aménes”(Coaching Místico) cada minuto del día, si en tu vida privada haces una actividad que va en contra de tu SER (y sabes muy bien cuál es), no me dice mucho, por no decir, nada.

Puedes hacer posturas difíciles, como cruzar las dos piernas en tu cuello en tus ejercicios de Yoga (es decir, Hatha Yoga), hacer Ta’i Chi o Qi Gong (Chi Kung) a la perfección, puedes permanecer sentado en posición loto durante horas balbuceando “Ooooooommmmm”, cantando o recitando un Mantra que ni tú mismo sabes lo que significa, pero que te identificas como un ser mortal, te identificas con tus roles o con lo que haces o te identificas como padre de familia, ama de casa, ejecutivo, jefe de no sé que, estudiante, empleado, barrendero, limpia-cristales, mujer de limpieza, médico, abogado con un bufete impecable y de renombre, un presidente de tal y cual o un famoso coach nacional y/o internacional o doctorado en esto y en aquello o cualquier identificación con que te asocias, te vas a meter un lío contigo y tener problema contigo mismo y con los demás y con el mundo entero porque te estás identificando de lo que no eres. Eso SÍ, te estás identificando con lo que haces. ¿Acaso eres lo que haces? Rumia esta pregunta que te hago y agarra curva. Si crees que eres lo que haces, entonces, ¿Qué pasa contigo si ya no eres el presidente de no sé qué o ya no eres el jefe de no sé qué? entonces, ¿ya no eres o sigues siendo tú independientemente de si conservas o no ese puesto del que quieres identificar? Todas estas cosas que haces son simple y llanamente lo que haces, lo que desempeñas, un papel que tú juegas, por cierta razón o motivo u objetivo, más no eres ninguno de estos. Porque si te identificas con sólo uno de lo que haces o de lo que has adquirido o aprendido en la vida, tendrás una CRISIS DE IDENTIDAD. “Crisis de identidad” porque habrá crisis emocional y mental porque te has convencido o te han convencido de eso. Además de todas las crisis que conlleva esta falsa y errónea identidad o identificación, has invertido tiempo, esfuerzo y un montón de energía y dinero manteniendo esta idea errónea de ti y lo defiendes, además con capa y espada. Vaya derroche de energía, tiempo y dinero tontamente. Esta falsa identidad, es la raíz de todos los problemas que tienes, ¡TODOS! sin excepción. Problema laboral, problema relacional, problema sexual, problema en la sociedad, problema educativo, problema … (puedes añadir más a esta lista; y la lista ¡es interminable!). Te oigo decir fuertemente, “¡No puedes comer la espiritualidad!” Claro que ¡no! ¿Quién te ha dicho que sí? Yo no sé a nadie que me haya dicho que. Ni el Santo Papa, ni el XIVº Dalai Lama, ni Jescristo, ni Buda, Shankaracharya, ni nadie que haya dicho que se puede comer la espiritualidad. “No sólo pan vive el hombre” dice una frase. Y añado, “No sólo pan o arroz o mortadela o tortilla o… come el hombre/mujer” Si buscas de dónde procede esta frase famosa, la frase no acaba en “…vive el hombre”. Busca la frase verás que hay más después de ésta y te enterarás de qué habla la frase entera. Prefiero que te la busques tú para que tú mismo/a desde tus ojos la lea. (Yo te apoyo; no te ayudo; así que busca. Claro que ayudar es más fácil para el que la reciba, pero como bien sabes, no vas a crecer pidiendo ayuda todo el tiempo. “Busca y encontrarás” dice otra frase famosa).

Ya es hora de que vuelvas, de que te re-conectes con tu verdadera identidad, la de ser espiritual, de compasión y amor, de tolerancia, de dar y de compartir, de servicio bien a través de tu mente o bien a través de tus órganos físicos. Ahora como esto no es nada fácil por tanto tú como yo, ya hemos perdido nuestra fuerza metafísica a través de nuestros pensamientos, palabras y actos. Entonces ya nuestra batería (algunos ya tienen una pilita de tamaño “botón” que casi ya no es nada). Entonces cuando se nos ocurre pensar “recargarnos” mediante unas vacaciones por allá, vacaciones por acá, hacer el amor, comer, hablar con otros seres humanos, pasarnos bien en un entretenimiento creado por nosotros por otros igual que tú y yo, porque a estas alturas ya hemos perdido también nuestra creatividad. Por lo tanto tenemos que a alguien para que entretenga, nos sentiremos temporalmente contentos. Algunos se “recargan” con drogas, otros con alcohol con chantaje emocional, otros con mobbing y/o bullying, otros con violencia mental, verbal y física. Todas estas “recargas” valen (salvo quizás las drogas no prescritas, alcohol, mobbing, bullying y todo tipo de violencia). No tengo nada en contra con este tipo de “recarga” aceptable por la sociedad, sólo que esta recarga es limitada y temporal. Cuando “recarga” se le acaba su efecto, otra vamos programarnos citarnos a esa montaña, por ejemplo, a ese restaurante, a ver y hablar fulano y mengano. Esta fuente de “recarga” tiene su límite. Muchos de nosotros no se nos ocurre recargarnos de una Fuente inagotable de energía, de amor, de poder interior, de paz, de felicidad suprasensorial, de luz. Este tipo de recarga es ILIMITADA. Esta fuente, muchos lo llaman Dios. Otros lo llaman Energía. Mientras otros lo llaman Conciencia Maestra y puede haber más nombre que se le atribuyen esta Fuente. El nombre que se le dé es lo de menos. Pero sabemos, aunque latentemente que está un poco dormido, pero que está ahí. ¡Existe!. Porque con nosotros solos, no podemos recargos. Necesitamos de Algo fuera de lo común. No podemos “recargarnos” con otros de nuestra especia ni tampoco con otras cosas. Bueno, pues sí, pero de forma temporal, limitada y pasajera.

Esfuérzate a recargarte con esa Fuente que se le atribuye un “título” de “Todopoderoso”. Te oigo decir, “¿Cómo sabes tú que tal Fuente existe? ¿No será una mera obra de tu mente?”. Mi querido/a lector/a, ¡No! Rotundamente, ¡NO! Y otra vez esa incredulidad, “¡Es una creencia!” Nuevamente, te digo que no. No se trata de creer o no creer. Casi prefiero que no me creas, pero eso sí, te INVITO para reflexionar, a observar. Permítete sentir, experimentar y/o experienciar sin dudar no con la fe ciega. La fe ciega es una de las cosas más dañinas que ha llegado a conoce el hombre y la mujer de todos los colores de la piel. Te invito a que rumies, a que disciernes sin pasión. Déjate fluir mediante mucho silencio mental y verbal. Economiza. No malgastes mucha energía pensando mucho y hablando mucho. ¿Por qué crees tú que las técnica de meditación, las de reflexión y las de interiorización funcionan. Prueba, a ver qué hay para ti. El pozo está ahí esperando a que extraigas agua pura y cristalina de él. El pozo no puede ir hacia ti. Tu labor es acercarte a él y extraer el agua que hay ahí. No puedes emplear a alguien te la extraiga por ti. ¡Lo siento! Sabes que ese pozo está y siempre ha estado ahí y seguirá estando pero muchos de nosotros, ignoramos o que sí sabemos que está pero no nos da la real gana de verlo o algunos dicen que no está o que no existe o que es un “cuento”. Ve a ver si eso lo que te están vendiendo o lo te has vendido a ti es cierto o no. Nos han vendido la moto muchas personas. A veces, nos la hemos vendido a nosotros mismos. Y lo peor es que nos hemos comprado la “moto” que nos ha costado un “riñón” de resentimiento, de culpabilidad y un “riñón” de todo tipo de negatividad que nos está costando nuestra propia valiosísima vida.

Es posible que con el Coaching Espiritual Personal englobe todos los tipos de Coaching mencionado anteriormente puesto que la persona es espiritual. Lleva su espiritualidad si es consciente de ella y la integra en su vida cada día, claro está: en su lugar de trabajo, en sus relaciones, en su deporte; en fin, en todas partes, respira la espiritualidad. Es lo mismo que respiras el aire estés donde estés, hagas lo que hagas, estés con quien estés. La figura del Coach Espiritual Personal es traer a tu conciencia esta forma de vivir. Teniendo esto en la conciencia del Coachee no debe haber problema de ningún tipo: mental, emocional y psíquico. "¡Es un tipo de Coaching pretencioso!" dirás. ¡No! Lo siento. Los problemas físicos (materiales) seguirán estando, seguirán surgiendo. Vivirás con ellos. No te confundas, por favor. PERO, hay un GRAN "pero" aquí y es: tu visión de ti, de las personas, de las situaciones y del munndo no será lo mismo. Te habrás puesto las gafas de CLARIDAD y de ENTENDIMIENTO. No estarás tan agobiado de nada como antes porque ya no habrá ignorancia de todo ni de todos. Seguirás teniendo dolores de cabeza, y seguirás estando deprimido/a, por ejemplo, o cualquier cosa que te pasa a ti y a los demás a nivel físico pero la visión que tendrás de estas cosas será totalmente diferente. Esto es lo que MARCA LA DIFERENCIA. Me acuerdo de la frase de una persona sabia en la India que me dijo: "Antes de mi iliminación, estaba deprimido. Después de mi iluminación, sigo estando deprimido". Lo que cambió no era su depresión sino la visión que tenía de ella. Con esta visión diferente, es más probable que tengas más cosas que quieres tener (no necesacriamente cosas materiales), más energía para hacer más cosas, más ganas de estar contigo a solas y como resultado, más ganas de estar con los demás INDEPENDIENTEMENTE de QUIÉNES son, QUÉ hacen y de DÓNDE son, más ganas de hacer cosas sin esperar los resultados. ¿Te estoy vendiendo la "moto"? !No, en absoluto!

La labor del Coach Espiritual Personal es apoyarte a que no te vendan la “moto” y es más, que te la vendas tú a ti. Y si lo hacen, no te la compres. Investiga, pregunta, consulta esa parte de ti que sí sabe. Sé que el 50 % de las personas se levantan por la mañana para vendérsela a las personas y el otro 50% se levantan a que no se la compren. ¿Cuál de los dos grupos perteneces? “¡Cuidao!”, eh. Hay mucho “mercadillo” en el mundo de Coaching hoy por hoy que las personas hacen negocio con él. Una cosa es cobrar gastos incurridos en las sesiones de Coaching y su tarifa y otra cosa es cobrar “un dineral” porque es de moda y también porque las personas saben que hay una carencia de identidad personal que les lleva a todo tipo de problemas que están dispuestas a pagar por lo que demanda el Coach. O sea, hay Coaches que se aprovechan de la situación. No quiero decir con esto que hay Coches que sí son buena gente con todo lo que implica la palabra “buena” porque practican lo que predican y predican (haciendo Coaching) lo que practican en su vida privada. Son Coaches de verdad que llevan puesta la “bata” de Coach todo el tiempo y se les nota. “Por el fruto lo conoceréis” dice un refrán. Al igual que no todo lo que reluce es oro, tampoco no todos los Coaches son tales. Antes de comprarte la “moto”, conviene saber quién es el “vendedor” (Coach). No te la compres porque se lleva; porque es de moda, porque mola tener un Coach ("aunque me cueste dinero; así al menos no soy del montón."), que te distinga de los demás. Porque es algo chic.

El Coaching no es un negocio, pienso yo. No es una profesión. Ni si quiera una "forma" de vivir. Es una filosofía de vida, una vida espiritual.

Ve a ver si el Coach es un Coach con “apellido” a secas o un Coach que se le percibe, se le nota que transmite, que te deja unas experiencias personales, además de poder apoyarte con lo que te perturba. Un Coach que te deja “pasmao”, atónito, que te inspira credibilidad, confianza y seguridad interna y externa , que te aporte gotas de tranquilidad, sosiego y de paz con apoyo al 100% con desapego e incondicional (aunque te cobre dinero; porque ese dinero que te habrás gastado vale la pena gastártelo, serás "otra" persona. Un YO nuevo, renovado, vivo, enérgico).

Wednesday 11 March 2009

¿QUÉ QUIERO SER PARA PODER HACER Y LUEGO TENER?
¿Dónde está el foco de mi vida?



Hazte estas preguntas y contesta honestamente. ¡Tus respuestas las ves sólo tú y nadie más!

¿Qué quiero de verdad en mi vida? ¿Qué quiero ser?
Es posible que estas preguntas sean demasiado generales. Desgranémosla:
¿Quiero vivir mi vida de forma fácil, plena y feliz sin depender de

nadie a nivel emocional y mental?
¿Quiero que mis relaciones de todo tipo funcionen como a mí me

gusta sin necesidad de recurrir a la manipulación emocional,
chantaje emocional, secuestro emocional, jugar al intercambio
de cromos emocionales, soborno emocional, sin necesidad de
tener que controlar a nadie, …?
¿Quiero estar la mayor parte del día (si no todo el día) con

energía alta?
¿Cómo puedo conseguir una vida que a mí me gusta vivir?
¿Necesito a alguien que me oriente y que me apoye para

conseguir lo que quiero?
Y cuando yo lo consigue este tipo de vida, ¿quiero ser una

persona de Utilidad Pública, y a la vez generar ingreso
económico?

A estas preguntas y muchas más, Ross, un Coach Personal Espiritual fácilmente puede apoyarte y como no “ayudarte” a lograr la vida que quieras. Ross te garantiza resultados sorprendentes. Claro que estos resultados que él garantiza al 100%, no los vas a conseguir de forma gratuita. Me explico: se necesita un compromiso al 100% tanto de parte de Ross como de tu parte. Si te prometes a ti este compromiso, con la ayuda y apoyo incondicional y de forma desapegada de Ross, el tipo de vida que, durante mucho tiempo has estado buscando, es muy posible.

Con la experiencia de Ross, en el mundo de NLP Spiritual Life Coaching (Coaching Personal Espiritual con PNL), tanto en Londres, Nueva York, Singapúr como en Madrid, los resultados de sus sesiones en Coaching son sorprendentes.

Ross ha estado y sigue haciendo sesiones de Coaching a personas de alto nivel profesional pero a nivel personal, deja mucho que desear.

Los propios clientes de Ross, dicen:

“No me lo voy a cambiar ni hipotecar por nada lo bien que me siento conmigo y con los demás. En mi empleo anterior, ganaba un sueldo de 6 cifras, pero eso, para mi ahora no significa nada incluso con la “crisis” económica. Si bien es cierto no me encontraba en una situación de crisis económica, pero estaba en crisis personal. Ahora es al revés. Ahora gano mucho menos dinero, pero gano y estoy ganando un sueldo interior,una “millonada”
¡Me ha tocado un "gordo" de la 'Lotería del Mundo Interior'! - Mary Anne Talbot, Ex empleada de la BBC de Londres.

"Yo soy soldador de día y taxista de noche. Con la ayuda de las sesiones de Coaching, me veo ‘eternamente endeudado’. He encontrado mi trabajo ideal, es decir mi vida ideal aunque gane menos dinero y trabajar más horas que antes. Eso no me importa. Me encuentro en el “Nirvana” como quien dice desde hace más de 10 meses. Creo que con las herramientas que adquirí en las sesiones de Coaching, las sigo utilizando bien soldando o bien conduciendo un taxi. Flipo con mi vida ahora.” - John Philips, Dirige su pequeña empresa de Soldadores y de un Gremio de Taxistas (Singapur)


“Doy las gracias al incansable apoyo incondicional de Ross a través de su paciencia, tranquilidad y paz durante nuestras sesiones de Coaching Personal Espitual. Ahora me encuentro muchísimo más tranquila conmigo misma y con mi marido y la hija de mi marido en su primer matrimonio. Mis relaciones con ellos ahora son incomparables. Me estoy dando cuenta que vivir con las personas en paz es lo mejor que me puede pasar.” - Marta San Diego, Ama de casa (Madrid, ESPAÑA)


“Estoy en mi cuatro año de Psicología Industrial y veo que ‘me lo estoy pasando de puta madre’ tanto conmigo como con mis compañeros de clase y con mis profesores. Pensaba que el problema estaba en ellos, en mi ‘puta carrera’, pero, ¡no! El problema está en nuestra percepción de nosotros mismos, la percepción que tenemos de las personas y de las situaciones. Todo está bien.” - Peter Brown, Universitario (Cambridge, ENGLAND)


“Con las sesiones de Coaching Personal Espiritual que imparte Ross, no digo que no vale para nada ni tampoco digo que es una panacea. Lo que sí os puedo asegurar y garantizar, es que, con mi experiencia personal con él, es que con el ejemplo que yo veía en Ross, su forma de escuchar, su mirada, su entrega total e incondicional, hace milagros, seas un Director de una empresa Multi Nacional, un presidente de un banco internacional o simplemente un empleado vulgar y corriente; su estilo hace que las sesiones te hace sentir más a gusto y más relajado, como estar en el salón de tu propia casa. El estilo de Ross para Coachear es algo especial. ¡Funciona!”
- Juan Andrés, Director Financiero (Nueva York, USA)

- - - - -

Si quieres información sobre las sesiones de Coaching de Ross, contáctale al E-mail:

unicoross@hotmail.com